31 DE AGOSTO DÍA DEL OBSTETRA PERUANO
Durante
la evolución de la humanidad existieron personas que apoyaron la
labor de parto de las mujeres, por lo que podemos decir, que la labor
de Obstetriz, tiene un origen natural en el desarrollo de la vida de
nuestro planeta.
En
nuestro país durante la época pre-incaica (2500 años a.c.) ya se
tenía conocimiento claro del embarazo como resultado de la
relación sexual entre dos convivientes, tenían mecanismos de
planificación familiar y existían mujeres que ayudaban en el parto.
La historia peruana revela que en el año 1025 a.c. se prescribían
infusiones de la hierba Witapallo, con el fin de aminorar el dolor de
las parturientas.
En el
siglo XVII en la ciudad de Lima se contaba con una profesora de
obstetricia llamada Feliciana de Jáuregui que trató de erradicar el
empirismo obstétrico que estaba causando mortalidad. El padre
Francisco Gonzales Laguna en 1781 ya escribía sobre la necesidad de
formar personas para la asistencia de las mujeres en sus partos,
"Debían ser éstas instruidas, examinadas, aprobadas,
juramentadas y en suficiente número; y asimismo, excluidas del
oficio, bajo graves penas, las que se introdujesen en él, si así no
fuesen".
El
mismo religioso proponía una cartilla para la educación a
parteras con normas y principios morales; fijando las primeras pautas
para la formación científica, técnica y profesional de la
Obstetricia.
El
siglo XIX, se iniciaba en el continente con grandes cambios
estructurales, sociales, políticos, religiosos, económicos y
comerciales como consecuencia e influencia de los eventos en Europa,
que la Revolución Francesa en 1789 desencadenó nuevas corrientes
ideológicas que se manifestaron a través de los movimientos
libertarios independentistas, que luego dieron nacimiento a las
naciones americanas. En el Perú, antes y sobre todo después de la
gesta independentista de 1821, se produjeron severos cambios en todas
las esferas del acontecer político, económico, social, demográfico
y sanitario del país que impactó severamente en la salud y en
la economía nacional de los peruanos de esa época. Por esas
fechas los partos eran atendidos en los domicilios por parteras
aficionadas, con los riesgos que esto implicaba.
Madame
Benita Paulina Cadeau de Fessel Una partera era una mujer que seguía
la tradición, sin estudios en la materia, calificada para su oficio
por el solo hecho de haber asistido otros partos. Fue en estas
circunstancias que llegaron desde Europa, dos destacados
profesionales de Obstetricia: el Dr. Juan Fessel y Benita Paulina
Caudeau de Fessel.
Fue entonces que Dr. Hipólito Unanue como
Ministro de Salud, propuso al gobierno de la época la creación de
una clínica de maternidad para la atención de partos, a las
madres pobres; así como la capacitación de jóvenes para que
estudiaran la ciencia y el arte de la Obstetricia tal como se
acostumbra en las Escuelas de Francia.
Fechas
más tarde, en el Palacio del Supremo Gobierno del Perú, el 10 de
octubre del 1826 don Andrés de Santa Cruz, Jefe de Gobierno,
mediante Decreto de esa fecha, determina que en el Colegio de Santo
Tomas, en la ciudad de Lima, se estableciera una Casa de Maternidad
(hoy Instituto Nacional Materno Perinatal), que tuviera como objeto
socorrer a las mujeres pobres en sus partos y Escuela de Parto (hoy
Escuela Académico Profesional de Obstetricia de la U.N.M.S.M) para
la formación de jóvenes en el arte y ciencia de su atención.
Es
así, que el Estado reconoce a la Obstetricia como profesión,
tempranamente en la vida Republicana. Dicha Casa de Maternidad
estaría financiada por la Sociedad de Beneficencia Pública y
dirigida por Madame Benita Paulina Caudeau de Fessel, quien puso en
ejecución el Plan de Estudios que incluyó los cursos de anatomía,
fisiología, parto normal y con complicaciones entre
otros.
Reconociendo el Estado a la Obstetricia como profesión,
tempranamente en la vida Republicana. En 1827, en el informe de don
Matías Maestro, que fue publicado en el diario oficial El
Peruano,
ya se
leía: "con justa razón ocupará el primer lugar esta
casa, que por su trascendencia en el bien, será la más útil. Su
oportuna situación en el que fue Hospital del Espíritu Santo,
bajo la dirección de madame Fessel, cuya inteligencia en el arte de
obstetricia acreditará el curso elemental que está imprimiendo,
hará ver que los conocimientos de esta profesión nos eran
desconocidos, como son apreciados en todas las cortes de Europa".
El 2 de
enero de 1829, se dicta la primera clase de Obstetricia bajo la
conducción de la madame Fessel, propulsora de los conocimientos de
la escuela francesa, cuna de la formación a todo nivel.
Madame
Fessel estableció reglas para el funcionamiento de la Escuela de
Partos, como las siguientes:
Nadie podría en lo sucesivo
ejercer la -honrosa y difícil profesión de partera sin haber
cursado estudios en la Escuela.
Las discípulas más
aplicadas, con talento y buena conducta y con mayor esperanza de
aprovechamiento, ingresarían como colegialas residentes hasta
ser instruidas en el arte, obstetricia, sangría y
vacunación.
La necesidad imperiosa de realizar el estudio
teórico y práctico del parto, para atender con eficiencia a la
paciente y no arriesgar la vida de la madre y del niño.
La
verdadera práctica no se alcanza sino en las Escuelas de Partos, con
intervención de los facultativos que explicarán en el maniquí
las diferentes posiciones en que pueda presentarse el niño, y harán
todas las demostraciones necesarias siempre antes de los partos.
La
necesidad de introducir nuevas técnicas y orientaciones para
desterrar los defectos de los tiempos bárbaros anteriores.
Sin
embargo, la agitación política que vivía el país,
por aquellos días, no permitió ejecutar las medidas dictadas.
La persistencia de la Madame Benita Paulina Cadeau de Fessel para
crear en Lima la Escuela de Parteras, determinó al fin su fundación,
el 14 de mayo de 1830.
Madame
Benita Paulina Cadeau de Fessel, permaneció por un lapso de dos años
en la dirección de La Casa de Maternidad, convirtiendo a Lima en la
primera ciudad en la América Meridional, que contó con un centro
docente para preparar a las llamadas matronas, hoy obstetras.
En
1836, la Madame Fessel delicada de salud, retorna a París, asumiendo
dicho cargo, el 31 de diciembre de 1836, la Sra. Manuela Torres.
La
Junta de Medicina en el año 1850, señala los requisitos para
obtener el diploma de Matrona. En 1856, durante el Gobierno
Provisional de Castilla, se oficializó la inclusión de la Cátedra
de Obstetricia en la Facultad de Medicina, para la enseñanza de
partos y enfermedades puerperales.
En ese
mismo año funcionan las dos escuelas, la de Medicina y la de
Obstetricia. En 1895, la Escuela de Medicina de la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos, incorpora la Escuela de Obstetrices a
la Facultad de Medicina de San Fernando. Desde 1923, la profesión
sólo se ejerce por quienes posean título universitario y la
licencia era obligatoria igual que para médicos. El perfil estaba
orientado a la atención pre, intra y posparto, así como el
reconocimiento de la prescripción de fórmulas cordiales, tónicas,
de sepsis y antisepsis.
En
1961, siendo Presidente del Perú Don Manuel Prado, se reconoce entre
los profesionales de las ciencias médicas a médicos, odontólogos,
farmacéuticos y obstetrices,
para el reconocimiento de derechos especiales.
OBSTETRIZ...
Obstetriz...
Palabra
infinita
Que
viene al encuentro
Del
mandato de Dios,
De
vital presencia,
Sonríe
a la vida,
Contemplando
extasiada,
La
llegada de un ser
Como
flor divina
Alegrando
el día.
Obstetriz...
Atenta
y virtuosa,
A
la concepción del nuevo ser,
Hasta
verlo en floreciente nacer,
Verlo
respirar, sonreír,
Palpando
en sus manos,
El
calor del amor.
Obstetriz...
Abraza
al mundo,
Sonriendo
al tiempo
Cantándole
al viento,
Una
plegaria a Dios.
OBSTETRIZ!
Dios
te Bendiga
En
este tu gran día.
31
– de Agosto-2014
Julio
Solórzano Murga
Elizabeth
Gutiérrez Moscoso, Jeanethe Daza Martínez,Gaby Garay Cueva, Ada
Romero Escobar, Rosaura Rueda Huanbachano, Mily Hernández Campos,
Felicita Vergara Causo y Clara Girón Molina.
Personal
del Servicio de Gineco Obstetricia: María Soriano (Silsa), Interno
, Dr. Carlos Loo, Ada Romero, Betty Gonzales, Nancy De la Cruz , Gaby
Garay, Nancy Valverde y Flor Barrón.
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